Cuentan los yanomamos,que en principio de sus tiempos y de su raza,slamente un yanomamo mtico y egoista posea el fuego.Lo guardaba en el interior de su garganta y todas las noches y todas las maanas cuando la lluvia fra haca templar a los nios y a las mujeres,el guaica egosta,el dueo del fuego,se calentaba.Haba un pequeo yanomamo que tena mucha gracia,saba contar tales cosas,saba hacer tales saltos y cabriolas que haca rer a todo el mundo.Un da hizo rer tanto al dueo del fuego que su carcajada fue tan fuerte que el fuego se le escap de la garganta.Entonces,el pequeo prometeo indgena,tom el fuego y se ech a correr.Todo el pueblo yanomamo corra detrs de l;el egosta se qued solo gritando en la selva:mi fuego!mi tesoro!me voy a morir de fro!.Pero los guaicas se fueron y se llevaron el fuego.Y ahora tienen el fuego.No necesitan nada,porque la madera de la selva,su tradicin,su cultura ancestral les proporciona el elemento.Flix Rodriguez de la Fuente